El plan ahora era totalmente diferente, no nos alojaríamos en el camping, ni tampoco saldríamos de fiesta por la noche, pero conoceríamos otra Granada, la Granada diurna, la Granada del arte, de las tapas, de las teterías, esa Granada que atrapa y de la que vuelves completamente enamorado.
Es un destino perfecto para ir con niños ya que puedes organizar muchas actividades que seguro les encantarán.
Lo ideal es alojarse en el centro para poder dejar el coche y disfrutar de preciosos paseos por sus calles agarrados de sus manitas.
Nosotros estuvimos en los APARTAMENTOS CATEDRAL PLAZA y fue todo un acierto. Son unos apartamentos muy confortables, con muchísimos detalles kidfriendly que hacen que te sientas como en casa. Disponían de cuna gratis para bebés, con una ropa de cama preciosa, limpia y nuevecita, sábanas impermeables por si los niños mas mayorcitos tenían algún escape, un salón amplio donde podían jugar sin peligro de darse golpes y una cocina unida al salón para poder ver a los niños mientras cocinas.
Dejamos el coche en parking por 12 euros al día y nos lanzamos a disfrutar de la ciudad.
Como ya conocíamos la Alhambra decidimos no visitarla de nuevo, ya que se requieren unas tres horas para la visita, los peques no estaban por la labor de andar y en plena ola de calor portear a Iván durante la visita y tirar del carro con Sofía era impensable.
Este fue nuestro itinerario para los tres días:
Este fue nuestro itinerario para los tres días:
DÍA 1: El primer día, como estábamos un poco cansados del viaje nos dedicamos a ir de tapeo por la Calle Elvira, en Granada es típico que con la consumición de bebida te pongan algo de comer con lo que con dos o tres tintitos de verano ya has comido. Después de la comida nos fuimos al apartamento a dormir la siesta (la cama era tan cómoda que se nos alargó y nos despertamos casi a la hora de cenar), nos arreglamos y nos fuimos a cenar a la calle Navas (zona turística por excelencia), acabamos cenando en un bar cualquiera una degustación de entrantes y una fritura de pescado.
DÍA 2: El segundo día nos levantamos llenos de energía así que fuimos a visitar la Catedral, la Capilla Real, donde se puede ver la tumba de los Reyes Católicos (aprovechando que Sofía había estudiado en el cole a Cristobal Colón y había oído hablar de Doña Isabel y Don Fernando - si no pasamos a verlos le da un patatús), justo al lado visitamos un pequeño bazar en la Calle Alcaicería (es bonito pero muy pequeño), después paseamos por la Carrera del Darro.
Después tomamos una tapa a la entrada del Paseo de los tristes, fuimos a comer al apartamento y a descansar un rato para luego subir andando al Mirador de San Nicolás.
El Mirador de San Nicolás es mi lugar favorito de Granada, situado en la parte alta del barrio del Albaicín ofrece una vista majestuosa de La Alhambra. Impresiona su ambiente, su sonido, su gente, sus olores...todo. Aunque hay autobuses que te suben desde la Plaza Nueva, para mi es fundamental subir andando. Llegar allí casi al atardecer, exhaustos por la empinada cuesta (Emilio cargando con el carro de Iván en el hombro y yo con Iván en la mochila y Sofía de la mano) y encontrar un hueco en la pared abarrotada de gente para colgar los pies del otro lado y dejar volar tus pensamientos hasta Sierra Nevada. Es un momento mágico!!
Después fuimos a tomar una tapa en el bar kiki y a la vuelta tomamos un helado en la Calle de los Reyes Católicos.
DÍA 3: Decidimos dar un paso en el tren turístico Granada City Tour, la vuelta entera dura 1 hora y 20 minutos aproximadamente. Puedes bajar y subir las veces que quieras durante todo el día. El tren dispone de una audio-guía en varios idiomas y dispone de un canal para niños en el que van contando, como si de un cuento se tratase, información esencial de cada punto de interés.
Despues fuimos a comer al bar Mercado, justo debajo del apartamento.
DÍA 2: El segundo día nos levantamos llenos de energía así que fuimos a visitar la Catedral, la Capilla Real, donde se puede ver la tumba de los Reyes Católicos (aprovechando que Sofía había estudiado en el cole a Cristobal Colón y había oído hablar de Doña Isabel y Don Fernando - si no pasamos a verlos le da un patatús), justo al lado visitamos un pequeño bazar en la Calle Alcaicería (es bonito pero muy pequeño), después paseamos por la Carrera del Darro.
Después tomamos una tapa a la entrada del Paseo de los tristes, fuimos a comer al apartamento y a descansar un rato para luego subir andando al Mirador de San Nicolás.
El Mirador de San Nicolás es mi lugar favorito de Granada, situado en la parte alta del barrio del Albaicín ofrece una vista majestuosa de La Alhambra. Impresiona su ambiente, su sonido, su gente, sus olores...todo. Aunque hay autobuses que te suben desde la Plaza Nueva, para mi es fundamental subir andando. Llegar allí casi al atardecer, exhaustos por la empinada cuesta (Emilio cargando con el carro de Iván en el hombro y yo con Iván en la mochila y Sofía de la mano) y encontrar un hueco en la pared abarrotada de gente para colgar los pies del otro lado y dejar volar tus pensamientos hasta Sierra Nevada. Es un momento mágico!!
Después fuimos a tomar una tapa en el bar kiki y a la vuelta tomamos un helado en la Calle de los Reyes Católicos.
DÍA 3: Decidimos dar un paso en el tren turístico Granada City Tour, la vuelta entera dura 1 hora y 20 minutos aproximadamente. Puedes bajar y subir las veces que quieras durante todo el día. El tren dispone de una audio-guía en varios idiomas y dispone de un canal para niños en el que van contando, como si de un cuento se tratase, información esencial de cada punto de interés.
Despues fuimos a comer al bar Mercado, justo debajo del apartamento.
Por la tarde fuimos a la Calle Calderería Nueva y nos tomamos un descanso en una de las teterías.
Para terminar el día cenamos en un restaurante árabe de la Calle Elvira.
Al día siguiente recogimos las cosas y fuimos rumbo a nuestro siguiente destino...Mojácar.
Granada mágica
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