14 de agosto de 2016

VIAJES: CINCO DÍAS EN ASTURIAS

Si no soportas el calor de tu ciudad en pleno mes de Agosto siempre puedes plantearte hacer una escapada a Asturias. El tiempo es una lotería, ya que lo normal es que por lo menos algún día te llueva, así que lleva preparada una buena maleta, tanto con ropa de verano como ropa de primavera y un montón de ganas de conocer lugares maravillosos y hacer un sin fin de cosas.

Día 1; como venimos de pasar unos días en Foz (Galicia) entramos a Asturias por el oeste así que decidimos pasar el día en Tapia de Casariego.

Es un pueblo pesquero precioso, muy pequeño y fácil de recorrer si vais con niños. Si hacéis el camino de Santiago pasareis por este magnífico pueblo. Aparcamos el coche cerca del albergue de peregrinos y vimos unas escaleras que bajaban a una playa de piedras. Nuestra curiosidad nos hizo bajar y ponernos a explorar durante una hora aproximadamente por las rocas viendo lapas, cangrejos ermitaños, gaviotas, algas, etc.


Después subimos y fuimos directos a la plaza donde se encuentra el punto de información turística. Allí nos dieron un mapa y nos comentaron los puntos principales a visitar: el ayuntamiento, la antigua escuela, la iglesia, la universidad, el puerto, el faro, los miradores y las playas de arena.
Como era la hora de comer nos fuimos al puerto en busca de un buen restaurante. Nos guiamos por tripadvisor y entre las opciones que daban escogimos el restaurante Náutico. No nos defraudó. Parrillada de mariscos por 45 euros (pueden comer 4 perfectamente), una ensalada náutica para acompañar por 12 euros (la ensalada más buena que he comido nunca) y para los niños lomo adobado con patatas. No habíamos caído en que estábamos en Asturias y aquí las cantidades son industriales así que cada plato era enorme. Somos de buen comer así que, aunque tardamos, nos comimos todo.


Después de la comida comenzamos el  paseo por el pueblo para bajar la comida. Fuimos a ver el faro (aunque no te puedes acercar mucho porque está vallado), luego volvimos al puerto a fotografiar el monumento al marinero y subimos por la cuesta que hay enfrente para ir a los dos miradores y seguimos el paseo hasta llegar a la piscina y las playas de arena. Luego volvimos al centro a ver los edificios emblemáticos y al parque para que los niños jugasen un rato.




Día 2; visitamos el acuario de Gijón, muy recomendable si viajais con niños ya que además de ver peces de todas las partes del mundo, pingüinos, tiburones, tortugas gigantes y manta rayas nadando  por encimas de vuestras cabezas, podéis entrar en la sala Toca- toca, dónde todos podréis meter las manos en el agua para tocar las estrellas de mar, coger bígaros, o intentar agarrar a un rodaballo. Los menores de 3 años no pagan, los niños hasta 14 años pagan 7,5 euros y los adultos 15 euros. Después dimos un paseo por la zona de la playa de poniente, donde hay parques para que los niños jueguen, chiringuitos para tomar algo y varias actuaciones (magos, titiriteros y músicos callejeros) hasta llegar al casco antiguo de Gijón, el barrio de Citavella.



Día 3; pasamos el día en Mieres (donde dormíamos) ya que los niños estaban un poco cansados. Por la mañana fuimos al parque de los patos y después fuimos a comer a Requejo. Es la zona antigua, donde se reúnen varios bares que ofrecen buena sidra y buenas raciones a buen precio. Es una plaza donde los niños pueden jugar mientras los mayores disfrutan de la sobremesa, así que aprovechamos el día de descanso en este ambiente tan agradable.

Días 4; ruta de Las Xanas. Hicimos una  pequeña ruta de 4 kms, muy fácil de hacer, que va desde Villanueva (Santo Adriano) hasta Pedroveya. La ruta la puede hacer cualquiera, aunque hay que tomar precauciones si vais con niños y avisarles de que no deben asomarse al desfiladero. Recordad llevar sombrero, crema solar, agua y calzado adecuado ya que hay piedras sueltas y barro en algunos tramos. Los primeros 2 kms transcurren por un desfiladero entre las montañas con una caida de 80 mts de altura, el camino es ancho por lo que se va bien y en algunas zonas tienes cuerdas agarradas a la pared para asegurarte mejor, hay algunas sombras pero predomina el sol. Si vais con bebés mejor que los llevéis en un portabebes (mochila, fular, bandolera) ya que no pueden ir andando solos.


 Otros 1,5 kms pasan al lado del río y a través de un un bosque de castaños por lo que se hace muy bien ya que es llano (aunque escurre un poco por el barro), en este tramo podéis dejar que los niños más pequeños saquen su lado de explorador y vayan andando un poco más libres y buscando ramas, piedras, babosas, mariposas, o que bajen a refrescarse a la cascada. 

El otro 0.5 km es la subida hasta la ermita. Dos tramos de escaleras y una gran cuesta hacen que el final sea lo más duro, pero merece la pena. Llegamos hasta Pedroveya y fuimos directos al restaurante Casa Generosa a comer su famosísimo menú por 14 euros, fabada, patata rellena o pote asturiano de primero, ternera, pollo o cabrito de segundo y variedad de tartas y arroz con leche o café de postre, todo buenísimo y en cantidades inmensas hasta para los más tragones.


Día 5; fuimos a pasar el día a la playa de Xivares (cerca de Candás) donde nos dijeron que había un chiringuito con parrillas para hacer barbacoas y difusores para hacer arroz, allí hay merenderos y puedes llevar toda la comida que quieras, sólo es obligatorio consumir la bebida del bar. Tienen música reagge, pufs, tumbonas y cojines por el suelo para que toda la gente esté cómoda.

 La playa es increíble, arena fina, sin conchas, piedras o algas que molesten. Cuando baja la marea puedes pasear entre las rocas que quedan al descubierto para ver percebes, mejillones y lapas (ojo con cogerlos que está prohibido y multan).
Pasamos un día espectacular.

Para terminar sólo deciros que íbamos con previsión de lluvias y que no nos ha llovido ningún día.

Asturias es mágica e infinita!!